La primera barbacoa anticangerígena es de acero inoxidable

¿Sabía que las parrillas metálicas esconden importantes peligros para su salud? Por un lado, transfieren metales pesados a la carne, que se acumulan principalmente en el hígado. Por otro, producen benzopirenos, unos compuestos químicos altamente carcinógenos. La empresa Don Hierro, con sede en Valencia, ha ideado una solución a esta amenaza sanitaria. Su nueva línea de barbacoas Abrásame, que ya distribuye Carrefour en España y Europa, elimina los dos graves problemas de las parrillas de toda la vida.

Su patente mundial reconoce esta solución como única en el mercado. Las parrillas de asar carne están formadas de alambre de hierro recubierto por un baño metálico de níquel, cromo o últimamente de zinc para evitar que se oxiden. Pero cuando las brasas calientan la barbacoa, este baño metálico «salta en forma de cascarillas y se adhiere a la carne», comenta el gerente de Don Hierro, José Roselló. Estos metales pesados entran entonces en el organismo humano, especialmente en el hígado, para no marcharse jamás porque «producen un efecto acumulativo».

El problema es que el níquel y el cromo son «potencialmente carcinógenos». De hecho, en países como Alemania o Italia está prohibido que los utensilios de cocina que entren en contacto con alimentos contengan estos acabados metálicos. No es así en España. «Nuestra regulación sobre migración de metales pesados a los alimentos se centra principalmente en los envases de plástico y cartón», afirma Roselló.

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